Respondemos a una pregunta clave antes de iniciar un tratamiento de radiofrecuencia facial: ¿Voy a un centro de estética o lo hago en mi casa?
El cuidado personal y el estiramiento facial son dos elementos en tendencia en estos últimos años. Ambos se relacionan con la belleza y la búsqueda del antienvejecimiento. Lo que empezó como una “tendencia fitness” ha traído consigo mejor cuidado personal y mayor demanda de procedimientos estéticos.
Esto no sorprende, pues para bien o para mal, la buena apariencia cada día tiene más peso en nuestra sociedad. Y En el trabajo, con amigos… día tras día vemos como verse bien tiene efectos muy positivos. Y no lo decimos nosotros, está más que demostrado!
La radiofrecuencia facial es a menudo considerada como un tratamiento casi milagroso para devolver la frescura a la piel. Capaz de levantar los contornos faciales, los resultados se pueden ver de inmediato, y por eso es uno de los grandes secretos de belleza de muchas celebridades.
Sin embargo, al hablar de los tratamientos de radiofrecuencia hay dos caminos a seguir, los tratamientos profesionales y los aplicados en el hogar. A continuación, te hablaremos de ambos, presentando diferentes puntos, como su efectividad, sus similitudes y sus diferencias.
Contenidos
Tratamientos de radiofrecuencia profesionales
Sin necesidad de pasar por el bisturí de un cirujano, estos tratamientos no invasivos son uno de los más efectivos, como avalan numerosos estudios clínicos. Estos destacan sobretodo la capacidad de la radiofrecuencia de tensar la piel y de generar mayor producción de colágeno y elastina.
Además de esto, también son conocidos como un tratamiento seguro y eficaz para suavizar los signos de envejecimiento y reducir las cicatrices. Esta clase de tratamientos profesionales son llevados a cabo por un equipo RF monopolar (también llamado unipolar).
Los aparatos monopolares generan corriente eléctrica por medio de un electrodo activo. Ésta pasa a través de una placa con conexión a tierra, suministrando energía mediante un acoplamiento, que puede ser conductor o capacitivo.
El primero utiliza la energía concentrada en la parte distal del electrodo para provocar una pequeña (y segura) lesión epidérmica. Esto lo logra al producir calor en la superficie de la piel en contacto con el electrodo. En cambio, el método capacitivo se centra en dispersar la energía gracias a una superficie y así crear una zona uniforme de calor.
Ambos métodos son igual de efectivos, capaces de lograr un estiramiento cutáneo no invasivo. Suelen usarse en la cara, en la zona periorbital, el abdomen y las extremidades. Cabe señalar que los tratamientos con tecnología monopolares son más efectivos, pues estos son capaces de tratar los tejidos más profundos a raíz de que los polos positivos y negativos están separados entre sí.
¿Cómo funcionan los dispositivos monopolares?
Estos dispositivos cuentan con tres elementos: la unidad que genera la corriente, el cabezal que aplica la corriente y la almohadilla de conexión a tierra negativa. Cuando la unidad genera la corriente y es aplicada por la pieza de mano, la mayor resistencia ocurre donde la pieza toca la piel. La función de la almohadilla es crear una ruta de baja resistencia, para que la energía generada regrese a la unidad.
De esta forma se crea un circuito eléctrico completo, donde la energía RF pasa de la pieza de mano a la almohadilla y esta se regresa a la unidad. Esto permite que las corrientes RF atraviesen toda la piel, llegando incluso a la capa subcutánea de grasa de 20 mm por debajo de la piel.
Tratamientos de radiofrecuencia en casa
Una opción menos potente que la anterior, ya que para empezar, la mayoría de estos dispositivos funciona con una batería de 9 voltios (los dispositivos profesionales necesitan alrededor de 110 voltios). No obstante, la idea de un estiramiento facial en casa que no necesita agujas, anestesia ni periodo de recuperación es muy atractiva.
Los tratamientos de radiofrecuencia en casa son realizados por medio de dispositivos domésticos que en su mayoría usan una tecnología bipolar o una combinación de ambas (bipolar y monopolar, dando como resultado la radiofrecuencia tripolar). Los dispositivos bipolares se diferencian de los monopolares en el hecho de que estos pasan corriente eléctrica entre dos electrodos que se encuentran en el cabezal. De esta manera, el tejido a calentar y a tensar se encuentra entre estos dos electrodos.
Por esto, los dispositivos de radiofrecuencia bipolar poseen una capacidad de penetración menor que los monopolares. Se estima que esta clase de dispositivos solo penetra entre 2-4 mm por debajo de la piel, por lo que no llega a los tejidos más profundos. Sin embargo, estos dispositivos distribuyen de una forma más proporcionada y localizada la energía. Y no sólo eso, sino que además generan menos molestias que los monopolares.
Por otra parte, también encontramos dispositivos domésticos que combinan estas dos tecnologías. Estos dispositivos híbridos buscan aprovechar la profundidad del calentamiento volumétrico profundo del mecanismo monopolar y la tecnología de mano bipolar, capaz de realizar un calentamiento más localizado.
Esta combinación híbrida de las tecnologías, conocida como dispositivos tripolares ha traído resultados muy positivos, sobre todo en tasas más altas de satisfacción en pacientes jóvenes. Esta tecnología híbrida es implementada tanto en el caso de los dispositivos profesionales como de los aparatos domésticos, pero con mayor grado de potencia en los equipos disponibles en un consultorio de dermatología.
Conclusión
Si bien los dispositivos profesionales pueden tratar zonas más profundas de la piel que los aparatos de radiofrecuencia domésticos, los dispositivos domésticos son mucho más asequibles y además no necesitan ninguna clase de conocimiento previo para implementarlos.
Además, el hecho de que no sean tan potentes, no les resta su efectividad. Efectividad que se logra bajo un uso constante (4 a 5 sesiones por semana) y que debe de ser acompañado de una buena rutina facial.
Al hacerlo, se podrá disfrutar de una piel más tersa y firme, con un aspecto más joven y mayor elasticidad de la piel. Resultados que sin duda vale la pena probarlos ¿no lo crees?
